Las luchas intestinales de la izquierda latinoamericana

Mientras los dinosaurios rojos del FMLN huyen de la prensa por el bochorno que les ha causado la captura del ex-concejal efemele-stalinista de Mejicanos y cabecilla de los nuevos comandos urbanos del FMLN, Belloso, en el cono sur se está dando una batalla intestinal de izquierda. El pleito diplomático es entre la izquierda democrática encabezada por Lula y la izquierda troglodita representada por el simio de Chávez. ¿Quién iba a creer que la revolución bolivariana iba ser detenida por el histórico líder del Partido de los Trabajadores de Brasil, Lula da Silva?
El congreso brasileño concientes de su envestidura democrática están molestos por las matonerías de Chávez, en especial con el cierre de la televisora RCTV. Andres Oppenheimer del Miami Herald lo resume así:

En una creciente guerra de palabras con Brasil, Chávez había acusado anteriormente a los legisladores brasileños de ser ''loros'' de Estados Unidos por no ratificar la entrada de Venezuela en el Mercosur. El Congreso brasileño había aplazado la ratificación por la reciente decision de Chávez de no renovar la licencia de la estación de televisión privada más independiente de Venezuela, RCTV.
(...)
Chávez se ha estrellado contra un muro de ladrillos al tratar de convertir al Mercosur en un bloque ''revolucionario'', y Brasil y Argentina han chocado con un muro semejante en su intento de lograr que la incorporación de Chávez al Mercosur ayude a moderar su retórica ahuyentadora de inversiones, dijo Garrido. Como resultado, los grandes planes de Venezuela de una alianza sudamericana contra Estados Unidos no están yendo a ningún lado. (ENH,07/05/07)

Los rojos efemele-stalinistas han optado por seguir al tiranozuelo de Chávez. Ellos sólos, sus decisiones y sus discursos son los que forzan a que cada elección los salvadoreños tomemos una decisión entre terror o libertad. Muchos comentaristas políticos quieren culpar a ARENA por, como dicen ellos, simplificar la elección. Que fácil, cobarde y conveniente es echarle la culpa a ARENA, como si no fuera evidente todos los días las verdaderas aspiraciones de los rojos: ya sea llevarnos a una nueva guerra o implementar una dictadura castrista-chavista en El Salvador.
Mientra se rehúsen a condenar los hechos de violencia, a parar de una vez por todas la destrucción de propiedad privada en sus marchas callejeras, a sentarse a la mesa de diálogo para encontrar soluciones viables y proponer soluciones razonables así como dejar de apoyar internacionalmente a los tiranos de Chávez y Castro, los comunistas rojos callejeros estarán confirmando su posición como la opción del terror en El Salvador.